lunes, 14 de diciembre de 2015

"Dice un viejo cuento sufí que cuando un niño está en el vientre de su madre contiene en sí-mismo todo el conocimiento del mundo. Sabe cuántas estrellas hay en el firmamento, cuántas gotas de agua contienen los océanos y cuántos granos de arena cubren todos los desiertos. Conoce los misterios del cielo y las estrellas, y conoce hasta la última letra de la Torah, los Vedas y el Corán. No hay misterio sobre la faz de la tierra que desconozca, ni misterio en el cielo o en el mar que no pueda resolver. Pero cuando está a punto de nacer, su 'Ángel de la Guarda' baja del cielo y colocando un dedo sobre sus labios sella todo su conocimiento dentro de él, y le susurra una sola palabra: “APRENDE.”

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